¿Quién es Armando Araiza, actor que llorando pidió trabajo?

¿Quién es Armando

Armando Araiza, uno de los rostros más reconocidos de las telenovelas mexicanas en los 90, se volvió tendencia luego de publicar un video donde, con lágrimas en los ojos, lanzó un mensaje claro y contundente: está listo para volver a actuar, pero esta vez sin manager, sin casting y sin guion.

“Sin presupuesto. Sin producción. Sin guión ajeno. Sólo yo, mi foro y esta escena virgen. ¿Trailer de algo? No. ¿Casting? Tampoco. Es mi forma de decir que un actor no espera oportunidades: las crea. Que hablen los medios, que opine la gente”, expresó el actor de 55 años en su cuenta de Instagram.

Hoy no estoy esperando el llamado de nadie”

Conocido por su trabajo en producciones como Abismo de pasión, Llena de amor o Mi pecado, Araiza lleva más de una década sin obtener un papel estelar en televisión. Lejos de esconderse, el actor ha recurrido a las redes sociales para visibilizar su situación y pedir ayuda directamente al público.

“Ya no tengo manager pero tengo algo más poderoso, tengo al público, a ti, a ustedes que me han visto actuar desde niño y que saben lo que puedo hacer en pantalla. Hoy no estoy esperando el llamado de nadie, hoy me lo doy yo. Soy Armando Araiza y estoy disponible para actuar”, dijo.

La respuesta fue inmediata. Cientos de seguidores, colegas del medio e incluso marcas comenzaron a escribirle para ofrecerle oportunidades. “Es padrísimo tener celebridades, público, amigos, gente que no había visto hace mucho tiempo… nos volvemos a conectar”, agradeció.

También recibió críticas…

Pero no todo fue apoyo. Algunas voces cuestionaron que “pidiera trabajo llorando” o le sugirieron acudir con su hermano, Raúl Araiza, conductor de Hoy. Incluso, el productor Antonio Escobar lo acusó de haberse bajado de un proyecto teatral por falta de compromiso, algo que generó fricciones con Rodrigo Vidal.

Lejos de achicarse, Armando respondió con valentía: “A veces pedir apoyo se malinterpreta como debilidad. Yo lo interpreto como valentía. Trabajar y buscar oportunidades no es vergüenza, vergüenza es rendirse”.