Mujeres fueron clave en la lucha independentista; forjadoras anónimas de la República

Mujeres fueron

Josefa Ortiz de Domínguez, Leona Vicario y Gertrudis Bocanegra fueron tres figuras femeninas clave en la lucha de Independencia, aunque también hubo un amplio número de mujeres que quedaron en el anonimato y por esa razón, en julio pasado, se reconoció formalmente a las Forjadoras Anónimas de la República, es decir, a aquellas mujeres de las que no existe un registro documental, pero que existieron, apoyaron y acompañaron la causa.

De ahí que fueran consideradas en la Ley sobre el Escudo, la Bandera y el Himno Nacionales, comenta a Excélsior la historiadora Tamara Aranda, investigadora del Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México (INEHRM).

“Recordemos que, así como ocurrió en la Revolución Mexicana, en la Independencia, en 1810, hubo mujeres que apoyaron a las tropas con alimento, se encargaron de las tareas de cuidado, de la limpieza de uniformes y curaron a los enfermos, es decir, aquellos trabajos de vida cotidiana que fueron el sostén de un movimiento entero”, explica.

Desafortunadamente no existen tantas fuentes de esa época ni registros de la participación de las mujeres, “un poco por la mentalidad de la época que no registraba la presencia de estos personajes secundarios, digamos, en el gran relato de la historia, pero sabemos que sí hubo algunos movimientos de mujeres organizadas que combatieron, que fueron cercanas a la lucha independentista. Esas mujeres, si bien no entran como combatientes y no tienen cargos militares –como sí ocurrió en la Revolución–, durante la Independencia su papel no fue menor”, detalla.

Aunque sí se conocen relatos de algunos cuerpos de combate de mujeres que se organizaban para atacar brigadas realistas. “Son casos muy particulares, aunque todavía falta mucho por investigar y no me atrevería a aseverarlo porque falta evidencia en archivo histórico”, apunta.

TRES PILARES

En el caso del virreinato de la Nueva España, que se convertirá en México, las mujeres tuvieron una participación muy destacada en aquella primera gran revolución, en el proceso de la gesta de Independencia, expuso la investigadora del Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México.

“En un primer momento tenemos a estas figuras muy representativas, debido a la posición social y política que ocupaban, como la corregidora Josefa Ortiz de Domínguez (1768-1829), un personaje interesante, porque con ella vemos una participación como líder; ella se expone muchísimo al ser quien organiza las primeras reuniones de la conspiración de Querétaro, comienza en Valladolid y se traslada a Querétaro.

“Así que La Corregidora asume ese papel muy visible en una época en la que las mujeres no están en el escenario político, como ahora. Además, ella era una figura mucho más aguerrida que su esposo, el corregidor Miguel Domínguez (1756-1830), porque, en primera, se enfrentaba a todos estos prejuicios sociales de la época, al ser una mujer que expresaba sus opiniones políticas”, señala.

Sin embargo, algo que también se ha destacado de La Corregidora es su capacidad de organización, ya que fue una mujer que reunía a personas de otros territorios, es decir, en su casa se congregaban personas que venían de Guanajuato, Querétaro… de toda la intendencia de Valladolid, así que es muy visible ese papel como organizadora que ella tuvo antes de que estallara el Grito. “Incluso, cuando se descubre la conspiración, ella no adoptó la idea de ocultarse, sino todo lo contrario”, puntualiza.

Otra de las figuras muy importantes de la Independencia va a ser Leona Vicario (1789-1842), expuso la historiadora. “Ella fue una mujer que aprovechó también su posición económica y aportó muchísimos recursos a la causa.

“Además, entabla una relación sentimental con Andrés Quintana Roo (1787-1851), uno de los intelectuales más importantes de la primera mitad del siglo XIX mexicano y deja todo (familia, posición y su condición privilegiada) para vivir a salto de mata y esconderse en la sierra para sostener la causa que ella defendía”, detalla.

Y otro ejemplo fue Gertrudis Bocanegra (1765-1817), quien tuvo una posición más combativa, ya que incluso entregó a sus hijos a la causa independentista, concluye Tamara Aranda.