Agentes del Servicio Secreto de Estados Unidos reciben castigo ejemplar por fallar en proteger a Donald Trump

A casi un año del atentado contra Donald Trump durante un mitin en Butler, Pennsylvania, el Servicio Secreto de Estados Unidos determinó imponer sanciones disciplinarias contra seis de sus agentes por conductas inadecuadas relacionadas al incidente que puso en riesgo la vida del entonces candidato republicano.
Sanciones internas tras un episodio crítico
De acuerdo con información obtenida por ABC News, las medidas disciplinarias implican entre 10 y 42 días de suspensión, tanto para los agentes de línea como a personal en cargos de supervisión.
Aunque la identidad de los agentes no fue revelada, una fuente cercana al caso indicó que las sanciones se aplicaron durante los últimos meses, como parte del proceso de revisión interna iniciado tras el ataque.
Un ataque que sacudió la política estadounidense
El atentado ocurrió el 13 de julio de 2024, cuando Thomas Matthew Crooks, un joven de 20 años, abrió fuego con un rifle de asalto durante un acto de campaña de Trump. Uno de los disparos rozó la oreja derecha del actual presidente, mientras otro alcanzó a un miembro del público que falleció. El tirador fue abatido por las autoridades en el lugar.
Lo ocurrido provocó una ola de conmoción en todo el país y transformó radicalmente el tono de la contienda electoral. La imagen de Trump ensangrentado mientras alzaba el puño desde la tarima, minutos después del atentado, se convirtió en un símbolo de resistencia para sus seguidores.
Fallos de seguridad y condena bipartidista tras ataque a Trump
La respuesta del Servicio Secreto, agencia encargada de proteger a los presidentes y candidatos presidenciales, fue objeto de múltiples cuestionamientos. Un informe interno de la propia agencia, publicado en septiembre de 2024, concluyó que existieron fallos significativos de seguridad que permitieron el atentado.
Posteriormente, en octubre, un informe provisional del grupo de trabajo de la Cámara de Representantes reveló una falta de coordinación entre el Servicio Secreto y las autoridades locales en la planificación del evento en Pennsylvania. Las conclusiones del Congreso desencadenaron críticas desde ambos partidos políticos.
A pesar de las repetidas críticas que Trump hace hasta la fecha contra varias agencias federales y su promesa de reestructurar el aparato gubernamental, el Servicio Secreto se había mantenido en gran medida al margen de su retórica. Sin embargo, el tiroteo cambió ese panorama y generó una condena bipartidista inédita hacia la agencia.