5 poemas para celebrar la obra inmortal de Mario Benedetti

Mario Benedetti, nacido el 14 de septiembre de 1920 en Paso de los Toros (región ubicada al centro de Uruguay), fue uno de los escritores más influyentes y representativos de la literatura latinoamericana del siglo XX.
Reconocido como el autor uruguayo más importante de su tiempo, se convirtió en un referente universal de la poesía, aunque su obra también abarca novelas, cuentos, ensayos, crítica y dramaturgia.
Integrante de la llamada “Generación del 45”, junto a figuras como Juan Carlos Onetti, Ida Vitale y Ángel Rama, Benedetti desarrolló una escritura marcada por la sencillez expresiva y la profundidad emocional.
Desde muy joven trabajó en diversos oficios, como taquígrafo, traductor, vendedor o funcionario público, experiencias que nutrieron su visión crítica de la sociedad y que luego se reflejaron en obras como Montevideanos (1961) y Poemas de la oficina (1981).
El amor, la soledad, la vida cotidiana, la existencia humana y la política fueron los temas recurrentes en su producción.
Su novela más emblemática, La tregua (1960), escrita en forma de diario íntimo, retrata la rutina y los anhelos de un hombre gris que descubre el amor en la madurez.
El éxito de esta obra trascendió fronteras y fue traducido a decenas de idiomas, además de ser adaptado al cine, la televisión, el teatro y la radio.
Su compromiso político lo llevó a pronunciarse contra la injusticia y el autoritarismo.
Tras el golpe de Estado en Uruguay de1973, debió exiliarse durante más de diez años en Argentina, Perú, Cuba y España. Lejos de su tierra, continuó escribiendo y publicó obras fundamentales como Primavera con una esquina rota o la pieza teatral Pedro y el Capitán.
De regreso a Uruguay en 1985, con el retorno de la democracia, retomó su vínculo con los lectores y participó activamente en la vida cultural y política del país.
Fundó el semanario Brecha, colaboró con la prensa internacional y llevó su poesía a recitales masivos, muchas veces acompañada por la música de Daniel Viglietti, Joan Manuel Serrat o Pablo Milanés.
A lo largo de su carrera recibió numerosos premios, entre ellos el VIII Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana en 1999.
Benedetti murió en Montevideo, Uruguay, el 17 de mayo de 2009, a los 88 años, dejando un legado literario y humano inmenso.
A continuación, con motivo del 105 aniversario del nacimiento del célebre escritor charrúa, compartimos algunos de sus poemas que han capturado a lectores de todas las generaciones.
1. No te salves
No te salves
No te quedes inmóvil
al borde del camino
no congeles el júbilo
no quieras con desgana
no te salves ahora
ni nunca
no te salves
no te llenes de calma
no reserves del mundo
sólo un rincón tranquilo
no dejes caer los párpados
pesados como juicios
no te quedes sin labios
no te duermas sin sueño
no te pienses sin sangre
no te juzgues sin tiempo
pero si
pese a todo
no puedes evitarlo
y congelas el júbilo
y quieres con desgana
y te salvas ahora
y te llenas de calma
y reservas del mundo
sólo un rincón tranquilo
y dejas caer los párpados
pesados como juicios
y te secas sin labios
y te duermes sin sueño
y te piensas sin sangre
y te juzgas sin tiempo
y te quedas inmóvil
al borde del camino
y te salvas
entonces
no te quedes conmigo.
2. Esta es mi casa
No cabe duda. Ésta es mi casa
aquí sucedo, aquí
me engaño inmensamente.
Ésta es mi casa detenida en el tiempo.
Llega el otoño y me defiende,
la primavera y me condena.
Tengo millones de huéspedes
que ríen y comen,
copulan y duermen,
juegan y piensan,
millones de huéspedes que se aburren
y tienen pesadillas y ataques de nervios.
No cabe duda. Ésta es mi casa.
Todos los perros y campanarios
pasan frente a ella.
Pero a mi casa la azotan los rayos
y un día se va a partir en dos.
Y yo no sabré dónde guarecerme
porque todas las puertas dan afuera del mundo.
3. Por siempre
Si la esmeralda se opacara,
si el oro perdiera su color,
entonces, se acabaría
nuestro amor.
Si el sol no calentara,
si la luna no existiera,
entonces, no tendría
sentido vivir en esta tierra
como tampoco tendría sentido
vivir sin mi vida,
la mujer de mis sueños,
la que me da la alegría…
Si el mundo no girara
o el tiempo no existiese,
entonces, jamás moriría
Jamás morirías
tampoco nuestro amor…
pero el tiempo no es necesario
nuestro amor es eterno
no necesitamos del sol
de la luna o los astros
para seguir amándonos…
Si la vida fuera otra
y la muerte llegase
entonces, te amaría
hoy, mañana…
por siempre…
todavía.
4. Te quiero
Tus manos son mi caricia
mis acordes cotidianos
te quiero porque tus manos
trabajan por la justicia
si te quiero es porque sos
mi amor mi cómplice y todo
y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos
tus ojos son mi conjuro
contra la mala jornada
te quiero por tu mirada
que mira y siembra futuro
tu boca que es tuya y mía
tu boca no se equivoca
te quiero porque tu boca
sabe gritar rebeldía
si te quiero es porque sos
mi amor mi cómplice y todo
y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos
y por tu rostro sincero
y tu paso vagabundo
y tu llanto por el mundo
porque sos pueblo te quiero
y porque amor no es aureola
ni cándida moraleja
y porque somos pareja
que sabe que no está sola
te quiero en mi paraíso
es decir que en mi país
la gente viva feliz
aunque no tenga permiso
si te quiero es porque sos
mi amor mi cómplice y todo
y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos.
5. Táctica y estrategia
Mi táctica es
mirarte
aprender como sos
quererte como sos
mi táctica es
hablarte
y escucharte
construir con palabras
un puente indestructible
mi táctica es
quedarme en tu recuerdo
no sé cómo
ni sé
con qué pretexto
pero quedarme en vos
mi táctica es
ser franco
y saber que sos franca
y que no nos vendamos
simulacros
para que entre los dos
no haya telón
ni abismos
mi estrategia es
en cambio
más profunda y más
simple
mi estrategia es
que un día cualquiera
no sé cómo
ni sé
con qué pretexto
por fin
me necesites.